Los pueblos son un testimonio vivo del paso del tiempo. Siguiendo el rastro de la época medieval hasta la contemporánea, pasando por el legado judío, el renacimiento y el modernismo, los pueblos medievales del Empordà atesoran una historia que hay que conocer, un pasado que ha dejado testimonios de primer orden.
Uno de los puntos de interés más característicos de la ciudad medieval de Besalú es sin duda el puente medieval fortificado sobre el río, imagen emblemática de la localidad; del antiguo núcleo de Pals destaca la Torre de les Hores, una torre románica circular. En Peratallada destaca un antiguo núcleo fortificado muy bien conservado. Perelada, La Bisbal d’Empordà, Corçà... recorrer la costa y el interior del Baix Empordà permite descubrir los vestigios de un pasado medieval esplendoroso.
El legado medieval de la Costa Brava lo forman los pueblos de: Madremanya, Monells, Torrent, La Bisbal d'Empordà, Corçà, Peratallada, Ullastret, Palau-sator, Sant Julià de Boada, Pals, Cruïlles, Torroella de Montgrí, Ullà, Bellcaire d'Empordà, Besalú, Castelló d'Empúries y Peralada.